Monstruos que retozan en este sitio:

viernes, 4 de febrero de 2011

Vampiro (I)

I

Esa mañana redoblaba su esfuerzo, la dolorosa certeza de una vida implacable y tediosamente larga, tan atroz como infinita, tan abúlica como cruda; lo mareaba.
Si. Había días en los que despertaba así. Se paró frente al espejo y le dolió aun más su figura, los huesos asomando por sobre la piel fina. La certeza de que su vida no era otra cosa que la muerte cabalgando muy elegantemente por la inmundicia de la humanidad.
Prendió un porro recién armado, tomándolo con cuidado con el índice y el pulgar y lo aspiro hondamente, sintiendo regocijo por primera vez en ese día absurdo. Luego se lo puso en el antebrazo y disfrutó del ardor, del olor a piel chamuscada, a carne quemada, a despertar feroz. Lo terminó de fumar mientras se vestía, ya de mejor ánimo, con una sonrisa de costado y el pucho en medio de los labios. Evidenciaba una notable mejoría, volvió hacia espejo vestido con la remera azul y el jean gastado. Era uno más, pero sabía en su interior que sólo podía ser comparado con un dios, y ajustando los borcegos escapó hacia la noche, a demostrarle al mundo quien mandaba.

II

Lorena estaba parada en una esquina, con unos short de cuero y corpiño rojo, zapatos de taco aguja y carterita al hombro.
Rezongaba por lo bajo, esa noche había empezado mal, se tocó con la punta de los dedos el costado izquierdo a la altura de las costillas y contuvo el gemido de dolor. No quería mirarse, seguramente ya empezaba a parecer el moretón. Si él volvía a golpearla así no lo aguantaría y lo dejaría.
-¿Quien mierda se cree que es?- gimió casi llorando, hasta que un Ford ka gris y pequeño se estacionó cerca.
Un rubio bonito, con cara de ángel, la miraba desde el interior.
-Te hago precio- le sugirió sonriente, coqueteándole al posible cliente.
-Subí- pidió él y ella lo hizo con un atisbo de desesperación.
El departamento era chico. Le pagó por adelantado lo que pidió y un poco más también.
Lorena se sintió a gusto desde que lo vio por primera vez e imaginó que si la noche había empezado mal no tenía por qué terminar de la misma manera. Se estaba cambiando en el baño, un poco incómoda por la falta de espejos. Sabía que tenía uno grande en la habitación porque lo había visto al entrar, estaba justo delante del ventanal abierto.
Eso era lo de menos, no necesitaba mirarse, ella era hermosa.
Se sonrió y salió.
La primera impresión que tuvo al verlo fue de repulsión. Le recordó las fotos de los libros viejos que hablaban de los campos de concentración judíos.
Su adonis tenía un cuerpo famélico, casi cadavérico, que inspiraba más asco que pasión. Retrocedió un paso y él lo notó.
-¡Te pague para que me amaras, puta!- le gritó ofendido.
Lorena reaccionó asustada, tapándose con los brazos.
-¿Estás enfermo? – ¡vaya pregunta! Eso era evidente, lo más probable es que fuera Sida, y si lo era estaba en su etapa terminal.
Lo miró detenidamente y recién allí pudo comprobar que su rostro estaba maquillado. Retrocedió sin voltear, sin perderlo de vista.
-No puedo ofrecerte sexo si estas infectado con algo, te devolveré el dinero.
-¿Y los otros que parecen sanos y no lo son? ¿Cómo te arreglas con ellos, o antes de joder les pides un análisis sanguíneo?- se burló, acercándose lentamente.
A Lorena el corazón le saltaba en el pecho, una vena ancha le palpitaba en el cuello y el hombre no podía dejar de mirarla.
Mientras más agitada, con mayor fuerza la sangre salía de las venas. La boca se le hacía agua. ¡Que delicia!
No la hizo sufrir más, le hubiese gustado un poco de sexo antes de comer, ¡pero no se puede tener todo en esta vida! Bastó un pestañeo de Lorena para que el hombre saltara sobre ella, estacando los colmillos largos y puntiagudos en su carótida. La mujer intentó gritar y el metió la mano entera en su boca llegando a romperle la traque por dentro.
El día que había empezado mal para Lorena… terminó peor.
Saciado, se paró frente al ventanal para mirar su luna llena, la única que le permitía poder reflejarse en los espejos, la única que le devolvía cierta identidad. Podía voltear, con la luna a sus espaldas, y recordarse.
Cuando lo convirtieron, en 1930, su país pasaba una de las mayores hambrunas post guerra, y su cuerpo inmortal guardaría esa apariencia por siempre. Humedeció una toalla y se limpió el rostro lleno de sangre y maquillaje. Desnudo, era realmente un moribundo. Las ojeras violáceas llegaban hasta el pómulo que sobresalía afanoso, casi lastimando la piel decolorada. Si no lo hubieran convertido, habría muerto esa misma tarde como su madre y su hermano, todos muertos de inanición y tifus. Lo peor de todo es que ya casi no recordaba sus rostros. ¡Si al menos hubiese tenido una foto de ellos!

continuará

16 comentarios:

Bee Borjas dijo...

Maestra del terror! Què genial Diana! Deberías escribir un guión. Te veo excelente para crear el script de una peli. Impecable la manera en que describís al vampiro. Lo puedo ver!!! Y me encanta el vínculo del protagonista con la luna. CLAP! CLAP! CLAP! Me inclino ante su talento reina! Besos de agradecimiento!

MIMOSA dijo...

Uffffffffffff y grrrrrrrrrrr al mismo tiempo, el primero por el pedazo relato que nos dejas, el segundo por ese continuar que atisbo amedrentado en el costado del relato. ¿Pero que pasa? Nos vamos a quedar igualitos de flacos que este tipo esperando,.....
¡Anda, sacia nuestra sed pronto!
Un mordisco. je,jeje

MIMOSA dijo...

Por cierto, ¿no se contagiarán las víctimas? Lo digo porque la hija de mi jefe se llama Lorena, por eso de ir precavida el lunes por si a la niña le da por pasarse, ¿le saco un crucifijo o me cuelgo una ristra de ajos? Je,je,je. Lo siento hoy estoy con ganas, ¿se nota? Te voy a dar la paliza hasta que dejes de poner el continuar ese y lo sueltes todo de un golpe. Oye, oye.
Besos cielo, te estaba echando en falta. Me has hecho una adicta, ufff, ¿cómo serán mis víctimas?

escarcha dijo...

gracias BEE, por pasar y leerme mujer!!!

MIMOSA, yo te diría que te vayas con una collar de ajos y que por las dudas te comas unos cuantos durante la madrugada jajaja.
un beso mujer, siempre es un gusto leerte.

Marie dijo...

Uyy que buenisima historia!!!aunque personalmente prefiero a los vampiros sexys jajaja por los que hasta pediria que me claven sus colmillos cof cof cof...que cosas estoy diciendo?!!!Algo realmente mal pasa conmigo...en vez de compadecer a la pobre mujer...ya siento lastima por el pobre, solitario y atormentado vampiro....porque será que siempre me llaman la atencion los hombres tristes???!!!...
Espero con ansias la continuacion!!!
Besos!!

MORGANA dijo...

Escarcha ,eres una experta en relatos vampíricos.Esperaré ansiosa la continuación.
Mordisco en la yugular.
Besossssssssssssssssss

Anónimo dijo...

Felicitaciones,me gusto mucho.

Un beso

Shorby dijo...

Me encanta el tema vampírico =)
Me ha gustado, te sigo esperando al siguiente, ya sabes ;)
Besotes!

Unknown dijo...

Bravo Amiga!!!
¿Nunca pensaste hacer poesía? Tus textos son asombrosamente poéticos.
Aullo mientras espero la continuación que prometiste...

Un gran abrazo

escarcha dijo...

GRACIAS POR LOS COMENTARIOS AMIGOS!!!

Ana Galindo dijo...

¡GLUP! ¡Vaya nudo de suspense y sustillo!
Me encanta los guiones que escribes. Podrían ser perfectamente cortos de terror. Son tan descriptivos, que la mente va diseñando escenarios y hasta maquillando a los actores para que comience la acción.

Buenísimo querida.

Un gran beso

El Drac dijo...

M encantó éste relato porque quien mal empieza mal acaba, la prostitución NO es buena, soportar violencia MENOS AÚN; en todo caso, el vampiro alivió su vida de tanto sufrir. Un gran abrazo

escarcha dijo...

GRACIAS POR PASAR ANA Y DRAC!

MORGANA dijo...

No sé si sabrás que soy testaruda por naturaleza y vengo a darte un abrazo enormeeeeeeeeeeeeeee.
Besazos.

escarcha dijo...

un besote MORGANA,
FUERTE Y PODEROSA MORGANA

MIMOSA dijo...

.....y van pasando los días, y así la vida no puede ser, esperando la continuación, ahorita me voy a descansar, con estola al cuello por si acaso, espero el regreso mañana, je,je,je, ni me hagas caso, o sí.
Besos mi querida niña.

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