Monstruos que retozan en este sitio:

martes, 23 de julio de 2013

Mujer distópica

La Revista digital miNatura publica en su edición Nº128 y con la temática "Distopías", uno de mis cuentos: MUJER DISTÓPICA. De más está decir que toda la revista es excelente!!!!!

MUJER DISTÓPICA
Hija única de padres ejemplares, alumna excelente, amiga silenciosa, amante apasionada... tenía tantas virtudes que estaba a una línea de cocaína de convertirse en la abulia menstruante.
Se despertó un día y tras mirarse largo rato en el espejo y convencerse que esas poses de Barbie y Blancanieves compungida, no le ayudarían a encontrar los sinsabores que tal vez le dieran un matiz distinto a su vida, resolvió realizar un cambio rotundo.
Se levantó esa mañana decidida, salió a la calle y caminó descalza por las veredas, con la ropa desplanchada y el pelo sin cepillar, con el olor a mañana descompuesta en la boca sin lavar y las ojeras violetas enmarcándole los ojos.
Escupió, insultó, comió con las manos sucias y cagó en una plazoleta.Nadie osó acercársele y hacia la tarde, cuando el sol regresaba a su tumba, se recostó en un banco de la plaza para descansar de su día distópico que tantas satisfacciones le estaba dando, cuando sintió una mano hedionda tomándole del brazo derecho y obligándola a restituir el orden en su vida. Se la llevaba arrastrando, deshaciendo el camino que tanto coraje le había tomado comenzar y la hizo entrar a la casa dejándole una marca violácea donde apretaba con fuerza. Se escucharon gritos. Sermones de moralidad y respuestas lógicas sobre decisiones tomadas. No hubo manera de convencer a la mano sucia que la había traído, así que no tuvo opción: cuando vio que se concentraba en alcanzar el jabón líquido de rosas para lavarse, tomo el cuchillo y con un certera estocada la dejó agonizante, luego el serrucho hizo lo suyo. Una vez vendado el muñón, volvió a su nueva travesía distópica, dejando su mano izquierda moral y recatada, en un charco rojo pasión, tan obsceno que daban ganas de cercenarse las manos y salir en busca de una inmoralidad orgásmica.

miércoles, 10 de julio de 2013

Fui su amante!


Eras la mujer que necesitaba mi cuerpo, mi psiquis, la vida misma.
Te acoplabas a todo y parecías fundirte a mi persona cuando caminábamos abrazados, por eso, cuando dijiste que querías conocer nuevos horizontes y entablar relaciones con personas ajenas a nuestro círculo, me negué a aceptar la insinuación de que me hiciera a un lado de tu vida.
Por tal motivo aprobé la propuesta y sin renegar, ni chistar, me dediqué a seguir tus pasos con una distancia prudencial y aproximada de 3 metros.
Observé el cambio drástico en los lugares que frecuentabas y la gente con la que solías pasar el tiempo, tu ropa, el diálogo y hasta creo que parte de tu fisonomía también mutó.
Sin querer el seguimiento se convirtió en rutina, lejos de sentirme dolido por haber sido olvidado, me causó curiosidad tu nuevo amor, y el corto tiempo que duró y fue cambiado por nuevas alternativas de vida, socialización y trivialidades varias.
Tu rostro sufría cambios casi imperceptibles con las metamorfosis.
Un año después me encontraste de frente y sentí que me hallaba ante una mujer kafkiana.
Nos sentamos en una plaza a conversar sobre vidas pasadas y superadas.
Hubo un momento en que un joven atractivo en rollers pasó cerca y tu ojo derecho miró hacia él sin que el izquierdo modificara la dirección. Fui testigo del cambio en tus facciones, sentías que habías sido descubierta, te levantaste algo turbada y tras un leve “hasta otra vida” te marchaste, confundiéndote con el paisaje.
Y aunque ya no siento esa adoración que tenía por vos, me gusta contar, al que quiera oír y creer, que por un tiempo corto fui el amante de una mujer camaleónica.
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