Cuando dobló la esquina, el silencio le pareció incómodo y extraño.
Cuando se acercó al portón una chica limpiaba el piso. Miró hacia dentro.
-Señora, los chicos salieron temprano- le comunicó la muchacha al ver la preocupación plasmada en el rostro.
La mujer abrió el portón y cuando quiso preguntar algo más, la niña ya no estaba.
Corrió por el corredor, dobló en el primer patio, contó los grados y entró en el de su hijo.
Vacío. Aun desacomodado. Aun oliendo a vida.
Escuchó la risa de unos niños cerca de secretaría y hacia allí se dirigió. No podían haber salido temprano, no se lo habían avisado. Su hijo tenía que estar en el colegio, con la mochila azul en los hombros, esperándola sonriente como de costumbre.
Vio sombras cruzarse en la sala de maestras y esperanzada se cruzó por el patio colmado de almas ausentes.
Nada.
Las sombras se evaporaban ni bien abría las puertas. Las risas callaban apenas cruzaba umbrales.
Se paró en el centro del colegio y gritó a todo pulmón:
-¡HIJO!- el eco ayudó en su búsqueda.
Un intenso susurro cruzó zumbando y un llanto acompañó su pena, en la parte trasera del edificio.
¿Por qué no le habían dicho que su hijo saldría temprano? ¿Donde estaba? ¿Con quien?
Corrió nuevamente hacia la entrada pero el portón ya no existía, un inmenso muro se levantaba a su paso.
No había salida. De la soledad, del tormento de haberlo perdido, de no saber donde estaba... no había salida.
¿Tendría frío? ¿Estaría con hambre? ¿Gritaría su nombre?
Gimiendo, intentó cavar para sortear el obstáculo por debajo y en su afán descubrió una manito enterrada.
Se incorporó demencialmente adolorida y rugiendo trizó la pesadilla.
Le faltaba el aire, el corazón le imploraba piedad a un costado del pecho. Se levantó como pudo, caminó hacia su cama y arrodillándose a su lado le besó las manos en señal de adoración.
El niño abrió los ojos y le acarició el cabello.
-Mamita, yo estoy aquí, la que todavía no está es mi hermana- gimió, intuyendo el sueño, sabiendo que lo tenía cada noche, desde aquel día.
La madre le tapó la boca con suavidad y lo siguió besando, aspirando fuerte para no romper el universo con su llanto, dando la espalda a una cama vacía, perfectamente acomodada, aun oliendo a ella.
En algunas horas más llegaría el amanecer y una vez más saldría, olfateando el aire, tirando espuma por la boca, con la firme idea de encontrar la vida que otros le habían arrebatado.
Hoy, 16 de octubre, en Argentina se festeja el Día de la Madre.
A todas aquellas, que como yo, tienen la suerte de tener a sus hijos acurrucados en su pecho, FELICIDADES.
Y aquellas que los perdieron en manos de bestias que comercializan con niños... FUERZA Y LUCHA para dar con los hijos perdidos
y terminar para siempre con la pesadilla.
16 comentarios:
Me dejaste muda, Diana.
El texto es tan desgarrador y se cuelan tantos mensajes...
Te deseo un día genial al lado de esas dos personitas tan "buena gente" que estás criando (Hijos de tigresa!) y me sumo a la lucha contra esa lacra inmunda, que se aprovecha de lo mejor que tenemos las personas.
Con los chicos NO!
Beso enorme y feliz día, mi amiga!
Excelente y magistral texto, Escarcha.
Me pusiste el vello de punta.
Sin miserabilismo, sin jugar con la sensiblería alcanzaste llegar a lo más hondo.
Feliz día de la madre, a ti y todas aquellas madres que perdieron a sus hijos, y aún siguen luchando y reconstruyendo la memoria.
Besos.
Increíble texto, bien escrito, con diferentes mensajes, me encantó.
Este es el segundo cuento que te leo (el primero en Cuentosymas) inspirado en el día de la madre.
Excelentes, amiga.
Que pases un excelente día, vos y todas las mamás que tenemos la dicha de tener a nuestros hijos con nosotras.
No a las bestias robaniños. Hago mis votos para eso.
Un enorme abrazo.
¡Hay Sombras! Yo te habría apodado "Destello" Esta muy bueno. Me sumo a la lucha por los niños desaparecidos y a las felicitaciones por tu día...!!!
Genial el relato (como siempre!!!) =)
Y Feliz Día!! =)
Besotess
Es un texto absolutamente desgarrador, me has hecho llorar, porque es como ver por escrito las pesadillas que me asolan en la noche.
Te dejo una canción realmente preciosa que me vino a la cabeza leyendo tu texto:
CUIDAME
Para esa madraza que tengo delante, que ruge, que lucha cada día,que protege y enseña lo más grande de la vida.
TE QUIERO CON EL ALMA!!!!
Mimo
Tremendo y real. Es duro perder a una madre, pero perder a un hijo... tiene que ser horrible. Feliz día de la madre, Escarcha, y fuerza para todas aquellas madres que siguen con su lucha. Un beso.
Me encanta tu texto desgarrador y doloroso.Buenísimo ....
Felicidades por partida doble.
Mil besos.
Que desgarrador...
No puedo ni quiero pensar en las madres que han perdido a esos hijos.. ese vacio no se llena con nada...
Feliz dia para todas las madres..
Tienes una mágia, que consigues erizarnos la piel... sentir el dolor y la rabia..
Besitos mediterráneos.
Que dolor debe sentir una madre al perder a su hijo, no hay palabras para describirlo.
Te dejo un abrazo fuerte.
Tarde, pero seguro...
Un relato que dolió, coincido con Gala, puedes provocarnos sensaciones en verdad intensas.
Besos.
HD
Hola Escarcha , muy buen relato me as dejado helada y con el corazón en vilo , muy bueno , es un placer el pasar por este blog un saludo de Lm.
Uff, Diana. Me has tomado el corazón. No puede haber un dolor más grande que un arrebato de ese tipo. No puedo ni imaginarlo.
Mientras, desearte a ti también feliz día de la madre, y mi reconocimiento a todas aquellas que luchan por conseguir una vida digna para sus hijos, y le ofrecen un entorno equilibrado. Aquí en España, como ya sabes, se celebra en Mayo, pero a pesar de que mi hija (porque ya ha volado) vive en otro país por motivos laborales, me sigue llenando de amor y compañía cada día.
Besos con mucho cariño.
Me quedé nervioso, asustado, casi sin poder respirar... me da miedo el imaginar una situación así, perder a un hijo debe volverte loco.
Saludos y felicidades nuevamente querida amiga.
Ante todo, gracias por tu visita, es un deleite haberme encontrado con tus letras, me gusta tu estilo, te sigo, volveré a leer mas.
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