Doña Clara, la del departamento 3, se asomó al balcón asustada.
Doña Irma, la del departamento 5, ya estaba fuera.
-¿Dios mio, que está pasando ahí?- preguntó, mirando en dirección al departamento 2.
Los gritos del hombre, las había hecho salir aturdidas.
-¡Qué les pasa che!- exclamó una, mientras les golpeaba la puerta.
A los cinco segundos, los sonidos cesaron.
Las mujeres se miraron entre ellas y luego cada una entró a su domicilio.
Ya casi era de noche y ninguna advirtió la fina linea de sangre que salía por debajo de la puerta.
Pero al día siguiente, el amanecer las obligó a descubrir el charquito que se había formado.
Una gritó, otra lloró, una tercera vieja golpeó la puerta y una cuarta por fin llamó a la policía.
Estaban en este proceso cuando la puerta de la terraza se abrió. Era una terraza pequeña que estaba en el recodo del edificio y donde la gente aprovechaba para tender la ropa. Las mujeres, desde donde estaban, podían ver perfectamente quien salía.
Al principio no la reconocieron.
La vieja que hacía un rato lloraba lanzo un alarido monstruoso que hizo asustar a las viejas que se encontraban a su lado.
Una mujer, de unos 25 o 30 años, con el cuerpo practicamente entero barnizado en rojo oscuro apareció con algo que en un principio parecía ropa... pero que no lo era.
Sin prestar atención, en un estado como de trance, se dedicó a colgar lo que tenía en las manos, aquello que parecía ropa... pero que no lo era.
Tomaba los broches y las dejaba bien sujetas a la cuerda.
No eran prendas. Parecían... pero no lo eran.
Extendió 4 trozos y volvió a entrar sin importarle los gritos de la gente que ya se congregaba en el balcón.
La mujer que antes fuera mujer perro pero que ahora se negaba a serlo entró al departamento y se sentó en el piso junto al cuerpo de su marido que con los años se convirtió en amo y que ahora era el tirano destituido y despellejado.
Se quedó mirándolo unos cuantos minutos, que fueron horas o siglos, ya no importaba.
La fortaleza que había experimentado empezó a diluirse y a escaparse de su cuerpo. Por los ojos, aguandole la vista. Por la entrepierna, llenándole los muslos de un líquido caliente.
El amo, tirano, dueño absoluto de las caricias en la cabeza estaba muerto y la certeza de que a pesar de todo, lo había amado, empezaba a abrumarla.
La soledad le hacía cosquillas en el estómago y comprendió que debería salir a buscar un nuevo amo.
¿Cuantas veces él le había hecho entender verdades a fuerza de puñetazos? y una de esas era que ella sola no servía para nada, que necesitaba de alguien que le muestre el camino, que el estigma de haber nacido mujer lo cargaría como monstruosa mochila, doblándole la columna vertebral, por el resto de los días.
A la mujer perro creada a patadas y con humillaciones varias le habían roto la caja de la razón y los resortes saltaban todos desparramados por la sala de la cordura.
La mujer que devino en los años a mujer perro... estaba ahora rabiosa.
Querían tirar la puerta a patadas.
Los vecinos, todos viejos de más de 70 años, no podrían, y la policía siempre tardaba en llegar... si es que la habían llamado... si es que la vieja aturdida por la crisis de nervios había llegado al teléfono sin desmayarse en el camino.
Lo lloró en un duelo de quince minutos mientras se bañaba y otros 5 minutos más mientras se vestía.
La mujer perro se limpió la espuma que le salía de la boca para que ningún veterinario la reconociese como rabiosa y se retiró por la puerta trasera de emergencia con total comodidad, y caminó por las calles con un bolso grande al hombro, dentro llevaba la mano del amo anterior por si necesitara de caricias en la cabeza hasta que encontrara otro.
La mujer perro había probado la carne cruda.
Y cuando un perro la prueba, dicen, que luego vuelve por más.
FIN
15 comentarios:
He podido leer las tres partes de una vez, y es una historia genial. Un terrible drama psicológico que trasciende el relato de terror.
¡Cuántas "personas" perro! Más mujeres que hombres, bien es verdad,... pero cuantas almas necesitadas de la seguridad que da la aprobación o desaprobación ajena. A veces no sólo los golpes, sino también el gran miedo a enfrentarme a una misma y encontrar un infierno en el interior, las convierte en esos perros anhelando caricias.
Besos querida Escarcha. Veo que sigues superándote en cada entrada.
No se merecía otro final... nadie encontrará las huellas, y ella seguirá hacia adelante, dejando atrás su vida perra y miserable.
Me encantó lo de la mano... pues esos amos secuelas dejan siempre, huellas más allá del horror y lo indecible.
Besos, Escarcha.
Wow!Quede shockeada. Muy bien plasmada la psicología de los personajes. Excelente el final.
Felicitaciones Diana!
Un abrazo
Cierro los ojos, paso de largo, te juro que no he leído nada, primero me voy a la parte que me falta, je,je,je. Esta vez has corrido de lo lindo (te asusté un poquito??? je,je,je, son bromas)
Ahora vengo.
IMPRESIONANTE FINAL! Espectacular el desarrollo y un desenlace digno de una maestra del terror. Te juro que me la imaginé andando por la calle... Guaauuuu!!! Felicitaciones reina Diana! :D
La mente humana posee límites insospechados, mi querida ESCARCHA; uno puede llegar a caer en una locura transitoria en menos de nada y dejarse poseer por ese otro yo que clama desde dentro sus ansias, luego, ejercido su derecho, vuelve a la cueva y dormita de nuevo, dejando el cuerpo sumido en un vacío ancestral, perdido en el tiempo, queriendo volver a restaurar lo conocido, pero ¿sabes? Después de eso, ya nada es igual.
¡¡¡¡HAY QUE VER LA CAPACIDAD QUE SALE DE ESO QUE LLAMAS NADA!!!!
¡¡¡YO QUIERO UN POCO DE ESA NADA QUE TAN BIEN MANEJAS FIERA!!!!
UN ABRAZO INMENSO PARA TI MI QUERIDA AMIGA!!!!
Muchas gracias por vuestros comentarios!!! me alegra mucho que les gustara el texto.
Estoy con mucho trabajo y por eso tengo un poco descuidado mi blog, hurgando un poco en textos anteriores encontré este que tiene ya más de un año de escrito.
Cuando lo releí, después de tanto tiempo, ya no me encontré en esa escritura. Pero no quería dejarlo de lado, en su momento fue un texto que me parecía redondo y bien logrado y es por eso que lo quise compartir.
Gracias de nuevo por los comentarios
Todos cargamos esa mano para que nos acaricie hasta que aparezca la otra...
Besos
Estremecedor cuento!!!!!
Sin aliento hasta la última línea.
Me ha encantado amiga,me vas a hacer decir algo que nunca creí diría: simpatizo con su rabia destructiva.
Así sucede con la violencia.
Beso, beso , beso
Me he leído las tres partes de un tirón! Me ha encantado la metáfora del amo y el marido... y lo de que salía a buscar otro amo... porque en la realidad a veces sucede así! Abandonan a un maltratador para irse con otro... Muy bueno escarcha, muy ingenioso! Un gran beso!
Chaly, hay gente que necesita de esa mano.
Patricia, gracias por comentar amiga!!!!
Miss bittersweet!!! andabas desaparecida mujer!!!! qué te pasa que no publicas tus micros en tu blog??? un saludo mujer
Pues me parece muy bien que hayas rescatado este relato de donde estaba escondido =)
Así que muchas gracias por compartirlo jejej
Me ha gustado mucho, me ha recordado a las pelis de terror de los 80 (la buena época jajaj).
Besotes
No podias escribir un final mas alucinante.
Realmente me has puesto los pelos de punta...
Mezcla del horror y el desconcierto... un enganche emocional y dramático que nos ha cautivado por tu manera de exponerlo...
Que grande eres!
Mis felicitaciones...
Besos mil.
SHORBY Y GALATEA
MUCHAS GRACIAS POR PASAR, LEER Y COMENTAR AMIGAS!!!!
Me asustó mucho el final, sobre todo por la realidad de la pobre mujer, que salió en busca de otro amo... que triste y real final.
Saludos amiga.
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