Recuerdo que casi me orino del susto cuando la vi salir por entre los árboles.
No se si sentí alegría. Si Marisa no hubiese sido siempre tan recta tal vez habría sentido alivio al pensar que me ayudaría con aquel cuerpo extraño. Pero Marisa no era de aquel tipo, Marisa me habría delatado y guardado la llave de mi celda ella misma.
Decidí, sobre la marcha, que me tendría que deshacer del cuerpo sin su ayuda y por supuesto, sin que se enterara.
Casi corrí hasta el auto.
Agitado.
Tenía ganas de vomitar de la angustia que sentía.
Renegué de mi mismo, ¿de donde había sacado la idea de salir con una mina como esa? En más de una ocasión sentía que más que mi novia se parecía a mi madre, dándome sermones, indicándome como hacer las cosas correctas... era una mina que no sabía vivir la vida.
Pero era buena. Supongo que Marisa era buena... ¿Lo era?
Llegué al auto, el cuerpo había comenzado con su proceso de rigor mortis y demoré en sacarlo.
Una vez fuera lo arrastré lejos, entre los matorrales, siempre atento a que ella no se acercara.
Cada ruido que escuchaba me paraba y corría un poco hasta la ruta para percatarme que siguiera sentada donde la había dejado. Cada vez que fui a verla ella estaba en el lugar, dándose masajes en los brazos, tiritando de frío o tal vez de miedo.
No.
Marisa no tenía miedo, supongo que en esos momentos Marisa se enfriaba.
Cuando logré alejar el cuerpo lo suficiente, me armé de valor para revisar sus pantalones en busca de alguna identificación.
La encontré en el bolsillo de atrás.
La abrí y lo leí.
No entendí lo que leía, me pasé la mano por los ojos y volví a intentarlo.
Ahí me di cuenta de que la primera vez, lo había leído bien. No sé que hice con él, supongo que lo tiré.
Retrocedí sin entender.
Tratando de racionalizar, de encontrarle sentido a lo que estaba viviendo.
No había lógica.
Vomité.
Me arrodillé junto a ella e hice lo que debía haber hecho desde un primer momento, le retiré el cabello de la cara y la miré.
Los ojos estaban abiertos y casi blanquecinos. Tenía magulladuras y golpes fuertes, un corte profundo en la frente y sangre seca en todo el rostro pero aun así la reconocí... era ella.
No miré en derredor, no pensé más, no traté de analizar lo que era ilógico.
Corrí en dirección contraria. Demente, devorado por el susto, orinándome encima y sintiendo que tal vez estaba a dos pasos detrás de mi.
¿Cuanto corrí?
¿Una hora?
Cuando el aire ya no entraba en los pulmones, cuando mi sistema me pedía a gritos un segundo de descanso me detuve y volví el rostro.
-¿Quien era ella?- me gritó, con la cara deformada y azulada de muerte.
Retrocedí espantado, tropezando con el promontorio de rocas en el que la había dejado sentada. ¿Cómo era posible que hubiese corrido en círculo?
Intenté escapar, huir de sus manos frías que se ceñían a mis hombros dándome tumbos en el suelo al grito de: ¿A quien mataste? ¿Quien era la mujer que pusiste en el auto con tanto esfuerzo que terminaste por quebrar los pocos huesos que le quedaban intactos?
Le pedí piedad.
Lloré implorando por mi vida.
Creí que aquel día moriría, que la tierra se abriría y me obligaría a bajar con ella.
Pero me perdonó, sé que me perdonó, lo supe cuando se tapó el rostro y lloró mientras se alejaba y desaparecía en la distancia.
Ella volvió para dejarme una última enseñanza, lo hizo y aprendí. Soy más calmo desde esa vez. Trato de andar con respeto por la vida. Trato de no hacerla enojar.
Ella me lo enseñó. Si ¡Me lo enseñó!
Ahora estoy mejor. Siento que la enfermera se acerca, espero que sea ella porque a veces es Marisa la que me trae la medicación... y no me gusta. Se me queda mirando de una manera extraña, con esa herida abierta en la frente... no me gusta.
Ojala esta noche pueda dormir sin que me aten.
Seré un buen niño.
Si.
Seré un buen niño.
Marisa se sentirá orgullosa de mi, esta noche dormiré sin que me aten.
21 comentarios:
Me ha encantado, muy buen cierre =)
Me ha gustado el ritmo frenético, con frases cortas y concisas, que ayudan a sentir la histeria del protagonista según se va leyedo la historia.
Y la frase final, lo dicho =)
Besotes!
gracias por leer y comentar Shorby!
Todas tus historias tienen un final fantástico que rompe con todo lo anterior... Tendrás que enseñarme cómo hacerlo! :) Un besote.
gracias por tu comentario miss!!!
me alegra mucho que te gustara el cuento.
un beso mujer
¿Qué puedo decirte que ya no sepas?
Loco terminó!!! ¿Era pues el castigo correspondiente? ¿Vivir con esa tortura cada día de su vida?
Extraordinario final!!! Creo que siempre logras sorprendernos con un AS que a buen recaudo guardas, pero te lo dije, eres capaz de hacer magia!!!
¡Y pensar que la primera vez que vine, al ver la foto colgada, lo único que deseaba era salir por patas y ahora no veo la hora de venir a calmar esa ansiedad que me corroe por dentro!
Eres fantástica Escarcha, me impresiona la gran imaginación que posees!!!
Besos cariño y abrazos inmensos!!
gracias amiga!!!
no recuerdo que foto tenía en ese momento en el blog pero si que vos me habías dicho que te impresionaba jajaja
ahora no puedes decir nada de mi entrada porque no te imaginas quien es la muchachita que posó para mi foto de título en el blog!!!
a que no adivinas?
un beso mujer
Eyyyy Diana! Publicaste el final el día de mi cumpleaños! Què grande master! Yo sabía que lo ibas a castigar! Pobre Jorgito... Què se la aguante por malnacido! BRILLANTE mujer! Pregunta: La de la foto del blog sos vos???? Miramela a la Escarcha!!! Besos reina!
no soy yo!!!!
jajajaja
pero... ES MI DESCENDIENTEEEE!
;-)
SALUDOS BEE, Y FELIZ CUMPLEAÑOS
Un final inesperado, me gusto mucho, felicitaciones.
Besos
Como siempre...increiblemente bueno. Eres una gran escritora de suspense. Nos contagiamos de tu imaginación.
Besos, mi niña.
gracias Eltauromquico!
Ana, gracias por pasar y comentar mujer!
Muy bueno, Escarcha!!!!!!!!!!!!!!!
El giro final es EXCELENTE
Fijate si lo podés publicar en otro lado, o subilo al fc como nota. Este cuento se merece un montón así de grande de lectores.
Besos
Gracias Patricia!
pensaba que tal vez el cuento podría haber tenido una vuelta de rosca menos previsible.
Me sentía un tanto desilusionada con él.
El que me digas eso me anima. Gracias
¡¡Lo has bordado Escarcha,genial!!
El final de lo mejorcito.
Millones de besos.
GRACIAS MORGANA
UN BESO ENORME MUJER
Felicitaciones pq se q le dedicas muchísimo tiempo, y q en cada post te dejas el alma...
Perdona si no soy más extensa, pero es q ya no puedo más...
Te quiero, amiga y no te olvido... No me olvides tú a mí:
GRACIAS.
gracias amiga, y nunca se te olvida mi niña
Escarcha, qué grande; un gran relato. Me gusta mucho Marisa, tan calma, tan inteligente.
Sobre el final, perfecto. Él pensó que se quitaba el problema y no, se lo quedó para siempre.
Un abrazo.
gracias Galdres, me encanta tenerte por aqui hombre!
Un final genial, muy emocionante, y es interesante la disyuntiva que me provocó tu relato, no pude evitar condenar y al mismo tiempo compadecerme de Jorge... y que la ultima parte esté narrada por el mismo estuvo perfecto, eso logró que uno se dejara llevar por el suspenso y el horror.
Saludos.
Diana ,gracias por tus palabras .Este tipo de relatos son los que me hacen sacar todo lo que me ha hecho daño en la vida.Mi inocencia robada siendo niña y una vida que tuve que sacrificar por mi enfermedad,aunque los fantasmas se vayan diluyendo la culpa vuelve a machacarme el alma.
Un beso.
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