Monstruos que retozan en este sitio:

lunes, 22 de noviembre de 2010

la vieja

Los años la habían convertido en una vieja agria.
Detestaba a todos y a todo.
Vivía en una pequeña casa a la que le hacía falta pintura, (nadie quería trabajar para ella) con un jardín hermoso plagado de rosas, claveles y hortensias.
El domingo del día de la madre esperó hasta las ocho de la tarde y cuando el sol comenzó a bajar se alistó para ir al cementerio con unas cuantas flores abiertas y un par de pimpollos.
La hora en la que el sol se pierde bajo la tez oscura de la noche era la mejor hora. La gente regresaba y ella evitaba tumultos. Aberrantes cuerpos sudorosos que pasaban demasiado cerca, rozándola, dejando olor a humanidad sin higiene.
Le molestaba cuando la saludaban y respondía con media muecas, mostrando carencia de dientes.
La gente lejos de ponerla nerviosa le daba nauseas y jaquecas.
El cementerio quedaba cerca, a unas escasas diez cuadras. Las últimas tres eran las mejores. Caminar por la ruta, rodeada de maleza, sintiendo el olor a frescura y limpiando las fosas nasales del hedor de las personas, la revitalizaba.
Ruido de hojarascas que crujen.
La vieja se para y mira.
Acomoda bien un rollo de billetes que lleva en el corpiño y rezonga.
¿Quién mierda anda en la oscuridad?
Prende la linterna que lleva por las dudas e ilumina esa zona.
Podría ser un perro o un chancho del monte, pero la certeza de una mirada humana la tiene asqueada.
¿Quien mierda...?
Llega e ingresa por un portón lateral, ha escuchado unos cuantos sonidos más y se siente inquieta.
-Lo único que faltaría es que me roben el poco dinero que llevo. Seguro es un drogadicto de mierda- piensa- ¡Drogadictos de mierda!
Abre la puerta del panteón y entra, la cierra con nerviosismo evidente. Una vez dentro respira tranquila, se persigna ante el porta retrato con la foto sepia de su anciana madre y comienza el ritual de velas y flores. Se para ante la pared tras la cual descansan los restos y reza. Algo la hace voltear y ve cruzar una sombra por los vidrios esmerilados de la puerta. Es el sereno, ahora se siente más segura.
Abre y la noche juega con las sombras, quiere pedirle al hombre que la acompañe unos metros pero no lo encuentra.
Mira el interior, se despide mentalmente de su madre y cierra la puerta con llave. Vuelve a buscar con la mirada y prende su linterna. Nadie. Y el "nadie" debería ser un alivio pero hoy no lo es, no en ese momento de miedo.
-Esos drogados de mierda- piensa y gruñe.
¡Unos pasos!
Sonríe, interiormente hace un cálculo de cuanto le puede cobrar ese viejo decrépito para acompañarla unos cuantos metros hasta su casa.
Ilumina el camino por donde vienen los sonidos, hay sombras surgiendo de entre las tumbas.
Escudriña con atención, se acomoda los lentes.
Los escucha reír, son niños... ¿niños en un cementerio oscuro?
Instintivamente comienza a rezar mientras se acomoda el rollo de dinero en el corpiño.
No se quedará a preguntarles que hacen ahí.
Camina hacia la entrada tratando de no provocar ruidos pero a los segundos se da cuenta de que las risas han cesado. Se da media vuelta y hay cinco o seis niños sucios, extraños, a medio metro de sus pies. La observan atentos.
-¡Fuera! ¡shuuu! ¡fuera!- les grita como si fueran perros.
No se inmutan, la miran expectantes.
La vieja toma una piedra con cuidado y se las arroja. Le pega a uno de ellos, rubito, chiquito; este se toma de la cabeza y llora dando alaridos.
Los demás gritan y la mujer comienza a correr... los gritos son aterradores... los gritos son de odio... ¡los gritos son de guerra!
La alcanzan antes de cruzar el perímetro y se tiran sobre ella, le rasgan la blusa con los dientes y la muerden sacando grandes lonjas de piel y carne.
La lucha no dura demasiado.
Varios se alejan asqueados, la vieja con los años se había puesto agria.

18 comentarios:

Musaraña dijo...

Alucino con la historia...mira que me pensaba que seria el espíritu de la madre, pero no, eso seria demasiado obvio...Y ya veo que la sorpresa es una seña de identidad en tus escritos..

No sé si te lo he dicho, pero además de la tensión también me gusta esa habilidad tuya para describir a los personajes. Los construyes muy bien.

Hace pocos dias estuve en el cementerio haciendo unas fotos, y te juro que según te leia sentia cosas parecidas.Creo que no volveré....

¿Si te mando una foto que tomé serias capaz de crear una historia sobre ella?

Muy bueno, como siempre

Pd.Perdona la extensión en comentar
pd2. SOY PRIMERRRRRRRRRRR!!! jajaja

MORGANA dijo...

Guauuuuuuuuuuuuuuuuuu,Escarcha,me encantó,eso le pasa por ser tan horriblemente detestable.
Muy buen relato.Voy retomando poco a poco en mi blog de terror.El otro de momento está sin postaer hasta que complete el proyecto.
Mil besos sin sangre.
Morgana.

escarcha dijo...

MUSA MANDAME LA FOTO, TRATARÉ DE HACER HONOR A TUS FOTOGRAFÍAS!!!
ME ENCANTARÍAAAAAAA!!!!

escarcha dijo...

Gracias por pasar mi temible morgana!!
un beso mujer y suerte con el proyecto

Renate Mörder dijo...

Me recordó "Los niños del maíz". Muy buen relato!
Un beso.
Renate

escarcha dijo...

gracias por pasar Renate!!

Torcuato dijo...

Los niños-perro-zombis no pudieron con la carne dura y agria de la vieja.
Un beso, escarcha.

escarcha dijo...

un beso Torcuato, gracias por pasar

Unknown dijo...

Cuando la inocencia aterra, lo hace doblemente. Es lo terrible de este relato, que la vieja sea detestable no nos consuela de su espantoso final.
Un abrazo Escarcha.

escarcha dijo...

otro abrazo Patricia!!!

MIMOSA dijo...

¡¡¡Joder!!!Perdón por la expresión, es que se me engrifan los pelos.
Cada vez relatas mejor, nos sumes en una espiral de sensaciones, que en cada relato me gusta más. Nunca me gustó leer historias de miedo, creo habertelo dicho, pero es que contigo, me voy enganchando.
Un abrazo

escarcha dijo...

un abrazo mimosa, me alegra que mis historias te gusten!!!!

Bee Borjas dijo...

últimaaaaa!!!! JAJAJA!!! Tarde pero seguro! Reina Diana, esta historia te salió REDONDA. La vieja, personaje impecable. El cementerio, lugar más que sombrío e ideal. Y los niños... Paradójico! Meten miedo, eh? Un GUAUUUUUU enorme! Abrazo mujer!

escarcha dijo...

abrazo bee!!!
jajaja la Musa nos anda ganando che, la proxima le pongo el pie para que caiga y yo pueda llegar primera a tu blog!
(te cuento un secreto, en una primera instancia era otra cosa lo que atacaba a la vieja, pero mi hija me dijo "unos niños en el cementerio meten mas miedo" y aqui lo tienes!!)

Eduardo León dijo...

Interesante escrito, con detalles profundos. Veo que tus letras muerden profundo pero no me arrancan piel sino aplausos.
Saludos El Blog Censurado

escarcha dijo...

Edu, muchas gracias por pasar y leer.
un saludo!

madroca dijo...

Como siempre rizando el rizo de lo imprevisto, de la tensión, del "asombro" con el que me quedo tras cada una de tus historias.
Saludos amiga

escarcha dijo...

SALUDOS MADROCA

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