Con la cabeza escondida y los ojos cerrados,
con los puños prietos y la cara empapada,
no hay arenga que me levante.
Baja los brazos y huye
o me asiré de tus piernas
y juntos desapareceremos
en las pútridas aguas de mi
nauseabunda soledad,
en la extenuante planicie
de mi truculento desierto.
No me mires, no te apenes.
Arráncate las uñas y cuélgalas
de mi pecho como souvenir venturoso.
Ruge y grita, que mis oídos queden
acostumbrados a tus sonidos
y que la sonrisa de tus ojos
me acune en una suave penitencia de amor.
3 comentarios:
Cuántas gotitas de talento destilado, en una nube
de amor, mezclada con "tintes",
muy de tu marca, como a mí me gusta, mi niña..
Es_pec_ta_cu_lar!
Besitos y Abrazo Inmenso!
Te Quiere,
Male.
Guay :)
llegará el día que me compre un sombrero para poder quitarmelo ante tus espectaculares textos,
Chapeau querida amiga
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