Monstruos que retozan en este sitio:

domingo, 20 de marzo de 2011

Esperando

Hizo lo que debía hacer. Luego se dirigió tranquilamente hasta el baño, se acomodó el cabello y se lavó los dientes.
Recorrió la casa, mirando las habitaciones vacías, la pulcritud, sintiendo el eco de su soledad como hormigas bravas en los brazos. Le faltaba un poco el aire, le dolía el estomago, pero eran síntomas soportables. Creyó que había llegado el momento y se dirigió al comedor, donde se sentó a la mesa a esperarla. Llegaría en cualquier momento. Tal vez golpearía a su puerta o le treparía por las piernas surgiendo del piso como pulpo ardiente.
Otro síntoma: taquicardia. Se asustó, no quería sufrir, sólo que llegara.
-¿Cándida?- le gritaron desde afuera y se sobresaltó. ¿Quién la llamaba a esa hora? ¿Su sobrina había sospechado sus intenciones? ¿Su vecina se sintió insegura al verla triste y venía a verla? Por un segundo se sintió esperanzada... tal vez alguien se había apiadado de su soledad y venía a cerciorarse de que estuviera bien.
Se acercó y apoyando la oreja a la puerta preguntó quien era.
-Cándida, soy tu prima Lucía.
-¡Lucía!- pensó, y trató de recordarla, ¡hacía tantos años que no la veía!
Un buen día se había marchado junto a un hombre con destino incierto y no la habían vuelto a ver. ¡Lucía estaba de regreso!
Abrió con desconfianza y la observó, estaba un poco más envejecida que aquella vez ¡pero era su prima! Se alegró enormemente al verla, se abalanzó y la abrazó, se rieron juntas mientras lloraban también. Lucía le acariciaba el cabello y Cándida le tomaba las manos. ¡Habían sido tan unidas de jóvenes! Por un momento olvidó que esperaba a alguien más y la hizo entrar, se sentaron en el living a recordar viejos tiempos, felices por el reencuentro. ¿Qué hacía allí? ¿Por qué se había ido? ¿Cuando había regresado? ¿Por qué nunca, en tantos años, había mandado un mensaje, una carta, una muestra de vida? Las preguntas y sus respuestas se confundían, enlazándose, rodando por el aire hasta ser un soplo homogeneo.
Hablaban a la vez, encantadas, tocándose los rostros, olvidando que un mundo gris, giraba desconsolado detrás de la puerta.
En un momento se dio cuenta de que había dejado de sentir los síntomas e imaginó que aun estaba a tiempo, le pidió disculpas a Lucía y corrió al baño a vomitar. Lo intentó varias veces sin buenos resultados. Su prima golpeó la puerta.
-Cándida ¿qué haces? Mujer, no te lastimas más, hay algo que creo que no estás entendiendo.
La última frase fue un golpe al alma, le provocó un dolor agudo en el estómago.
Abrió y la miró.
-¿Cómo?
-Pensé que al verme habías comprendido Cándida, y luego tus preguntas, ¡lo siento! nos confundimos. Yo pensé que sabías... y veo que no.
La mirada de Cándida de horror, devino a serenidad.
-Vamos, dame la mano.
-¿Debo llevar algo?
-¡No prima! sólo tu alma solitaria, tu dolor quedará aquí.
-¿Por qué viniste a buscarme?
-Por que debía hacerlo. Fuiste muy importante en mi vida y cuando supe que llegarías pedí pasar a buscarte.
Cándida miró el frasco vacío de pastillas tirado cerca del inodoro, lo levantó y lo acomodó sobre el lavamanos, pensando en la paz que sentía.
-¿Cuando te moriste Lucía?
-Cuando decidí irme con él. En el camino se arrepintió y decidió dejarme en la ruta, malherida. Dame la mano Cándida, ¡Contame cosas lindas y yo te diré cuanto lo quise!
Las dos bajaron las escaleras, casi al final había una imagen oscura, un humanoide escuálido, tan fosco como escabroso. Cándida sintió miedo y se aferró a Lucía.
-No le temas- le aclaró, es lo desconocido, de ahora en más nos guiará, pero juntas será distinto- y aferrándose una a la otra, abrazaron al espectro y se sumergieron en la plétora de su pecho.

16 comentarios:

MIMOSA dijo...

¡Guapísima! Me gusta como describes el momento en que se percata que ya no está viva, corre al baño pero es demasiado tarde, ya está hecho, y ¡cómo no! Bajan a las tinieblas del averno. Eres increíblemente buena!!!
Ninguna de tus historias tiene desperdicio, pues toda ella se ampara en la palabra anterior, en el paso continuo que les dan más y más sentido.
Una vez más has conseguido mantener en vilo el pensamiento hasta llegar a un final.

Ahora te toca acabar la historia de la otra Lucía, que visto el panorama, no se me ocurre mejores manos para darle el giro adecuado y poner un tanto de sentido al transcurso de la historia, dejé comentario en el anterior post, pero no sale, así que te lo vuelvo a comentar aquí, obvio que con otras palabras pero con la misma esencia.

Besos con toda mi alma, me querida amiga, estoy bien. Gracias por todo.
Un gran abrazo!!!

Shorby dijo...

Cáaaandidaaaaa!!!!
Pobre... jejejej

Me ha gustado, la istoria está muy bien contada y la situación bien descrita, no es nada complicado de leer.

Un besote!

Rosa dijo...

:O y este texto sin duda esta lleno de ternura! me da la sensación de que hay alguien al lado mio vigilando las veces en que me siento triste... y quizá sean esos ángeles los que entre lagrimas te tocan el hombro y es ahí cuando dejas de llorar y renacen las sonrisas en tu rostro y esas ganas de vivir ahhh....
Bueno y tu relato a sido hermoso, tan lleno, no quedan espacios vacíos, las letras son un todo.
Gracias por todo
Un abrazo grandote

El Drac dijo...

¡¡Dios mío!! Me has dejado temblando ¡en serio! porque aquí en Perú sabemos de aparecidos yfantasmas además existen numerosas historias que aseguran han sido verdad, incluso yo tengo algunas propias. Bueno ahora intentaré dormir brrrrr...¡¡qué miedo!!

Bee Borjas dijo...

MASTER!!! Cómo me gusta Cándida! No me resigno a que se vaya... Estoy segura que volverá más "especial" que nunca. Què grande sos Diana! GENIAAAAAA!!! besos brujos mujer!

escarcha dijo...

GRACIAS POR LOS COMENTARIOS AMIGOS!!!

MORGANA dijo...

DIANAAAAAAAAAAAA....Impactante y atrayente tu historia.Realmente eres una maestra del suspense .Me encantó tu entrada.
Millones de besos.

escarcha dijo...

GRACIAS MORGANA!!!

Unknown dijo...

Excelentísimo, Escarcha!!!!
Si sabés de algún concurso que te parezca apropiado, hacelo participar. Es extraordinario.

Te confesaré que abrigo la ilusión de que sean mis seres queridos los que vengan a buscarme cuando llegue mi momento

Un beso admirado

escarcha dijo...

Muchas gracias Patricia!!!
cada comentario es un aliciente, y que a vos, tremenda escritora, te guste me llena de alegría.
un saludo mujer

Córdoba Uyulala dijo...

Ay, Escarcha, cómo me gustan los relatos en que mezclas el horror y la compasión. Tu descripción de lo desconocido es impresionante. Realmente estás tocando con tus palabras espacios ocultos. Enraizada en una fuente inmortal.

Besos, amiga.

Miss Bittersweet dijo...

Increíble, no me esperaba ese final! Describir la muerte así, no sé, de forma tan poética me ha encantado... Precioso, de verdad.

MIMOSA dijo...

Gracias cielo por haber aceptado el reto.
Estoy segura que no es el final de nuestra querida Cándida, ¿verdad?
Besos con el corazón.

escarcha dijo...

GRACIAS CORDOBA Y MISS POR PASAR, LEER Y DEJAR SUS COMENTARIOS AMIGAS!

MIMOSA, AMIGA, ACEPTO EL RETO CON GUSTO.
Y YA SABES, CUANDO NECESITES HABLAR ME ESCRIBES AL FACE!

Ana Galindo dijo...

Eres especial y lo sabes. Tus relatos están plagados de visiones y de ternura, sin dejar de lado la denuncia social. Son una mezcla impactante que forman historias tan especiales como ésta.

¡Que paso tan difícil! Ni siquiera al averno, se quedan juntas en el paso intermedio....uffff. Buenísimo. Estoy deseando que sigas la historia de la otra Lucía.

Besos con mucho cariño y admiración.

Carlobito dijo...

Genial, me encanta sentir ese estremecimiento que me provocan tus relatos.

Ojalá así fuera el final de la vida... de reencuentros.

Un abrazo.

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