Monstruos que retozan en este sitio:

viernes, 15 de junio de 2012

El escritor


Fabián tenia una uña larga en el dedo índice de su mano derecha.
Cada quince o veinte días (variaba según episodios personales o influencias externas) sentía dolores de cabeza que se alternaban con sensaciones de presión en la frente.
A veces aguantaba cinco días antes de realizar su ritual de curación.
Se sentaba a la mesa, ponía una cartulina blanca y se acomodaba en la silla, con un toallón manchado, atado al cuello, cubriéndose pecho y espalda. Buscaba con la yema de los dedos un lugar específico en la zona del parietal derecho. 
Cuando lo encontraba clavaba la uña, hundiéndola lo más posible. La piel cedía enseguida, el cráneo tenia en ese lugar un agujero cuyo diámetro no superaba el medio centímetro, (era cuestión de rasgar y cortar) luego introducía un tubito negro, de cristal, que tenía para tal fin e inclinaba la cabeza para que saliera lo que provocaba la presión.
Primero eran grandes letras imprentas, mayúsculas, times new roman negrita que se intercalaban con palabras en arial narrow cursiva que caían formando charcos y coágulos espesos.
El tratamiento para su presión comenzaba a funcionar a los diez minutos, sentía alivio, y el dolor comenzaba a desaparecer. Experimentaba cierto mareo y una sensación de embriaguez que rozaba lo orgásmico.
Con una toalla se limpiaba el costado de la cabeza y juntaba los pliegues de piel tapando el orificio.
Pronto cicatrizaría, era cuestión de horas.
Tomaba la cartulina manchada y comenzaba a moverla de un lado al otro como quien lee la borra de café. Las frases se formaban solas y la historia surgía delante de sus propios ojos. Luego hacía secar la cartulina y la enmarcaba usando madera apenas pulida, protegida con un barniz mate.
Las colgaba en una habitación amplia, preparada solo para sus obras, la pared estaba pintada en rojo bermellón y quedaban pocos espacios vacíos. En el centro había un sillón grande al estilo Luis XV en el que se sentaba para conmoverse con sus historias.
Nunca quiso ser escritor, nunca lo planeó, pensó ni tramó. Pero estaba signado en su camino.
A los 15 años una bruja, medio chamán y medio espiritista tocada con la varita de la locura, después de haberlo observado un rato largo, lo sentenció.
-¡Las mejores historias saldrán de tu mente! Puedo percibirlo, hueles a letras.
Y cuando el muchacho estalló en carcajadas la vieja le clavó la uña en el lado derecho haciendo crujir el cráneo y provocando la abertura en el hueso.
El dolor punzante duró unos segundos y ella siguió:
-Tu vida dependerá de ello, todo lo que tu espíritu creativo dicte se irá moldeando en tu cerebro y si no lo sacas, morirás. ¡Tu destino está marcado, niño! ¡Acabas de nacer, escritor!
Bienvenido al mundo de las letras, doloroso y placentero, solitario y abrumador.

13 comentarios:

Chaly Vera dijo...

¿Que bruja, maldita! otro escribidor mentalista.


Besos

Unknown dijo...

Simplemente me ENCANTÓ, muy creativo y original. Lo tuyo más que Sombras son Luces. Felicitaciones. Un abrazo

Bee Borjas dijo...

Guauuuu!!! Coincido con Osvaldo! Este texto me parece impresionante!
Con tu permiso me lo llevo para el muro del FB!
Una joya, amigaza!!!
Besos embrujados y buen fin de semana! :)
P/D: Las distintas tipografías saliendo de la cabeza...
Qué genia!!!

Patricia Nasello dijo...

Qué preciosa historia, Escarcha. Esta vez me has dejado con una sonrisa de oreja a oreja.
Y concuerdo con la metáfora de tu voz narrativa: es necesario sufrir para dar a luz las historias...

Beso grandote y admirado!!!

MORGANA dijo...

Me has dejado sin palabras y nunca mejor dicho,je,je.
Las mejores historia saldrán de tu mente..en el sentido más literal.
Un relato buenísimo.
Mi abrazo

Shorby dijo...

Bueno me ha encantado, me ha parecido tremendamente original!!!

Besotes

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Un relato con mucha potencia, Escarcha.

Resulta en buena medida evocador para todos aquellos que disfrutamos jugando a reunir letras para parir historias.

Un abrazo,

Anónimo dijo...

Hola Escarcha , la verdad es que es muy bueno a mi me a sabído a poco esa es la verdad , pero ahora pensandolo friamente , yo creo que esto es lo que les pasara a los escritores de novelas de terror , no te parce ? te deseo un feliz fin de semana , besos de Lm.

MIMOSA dijo...

Guauuu!!! Qué fuerte!!!Puede que resulte que tú seas esa bruja que lo sentenció, pues cada día te superas con creces!!
Absolutamente imaginativo, tan descriptivo que casi puedo verle sacando las historias de su cabeza.

Rumian las palabras en tu mente!!!
Besos enormes y un abrazo inmenso!!!

Gala dijo...

Vaya con la bruja.. y vaya con la maldición. y es que hasta la creatividad cuesta sudor.
Como todo en esta vida cuesta un sacrificio, hasta escribir. Nada es gratis ni nada sale porque si.

Besitos mediterráneos.

Jo dijo...

me ha encantado leer entre lineas... descubro con preciso gusto que... no hay nada como salvarse con la imaginación...


(y unos creen que con comida)

:)

LA ZARZAMORA dijo...

Tu creatividad no tiene límites.
A ti quién te clavó la uña, eh?
Me gustó ese juego metafórico entre la escritura y la magia.

Besos.

Carlobito dijo...

Precioso.

Espero que no te agujerees la frente cada noche amiga... pero solo así se podría explicar tanta creatividad :)

Un beso.

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